Rinoplastia secundaria
ADOLFO ROSALES MALDONADO, MD
Cirujano Plástico
MIEMBRO DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE CIRUGÍA PLÁSTICA
Se llama Rinoplastia Secundaria a ese procedimiento que se realiza nuevamente en
una nariz que ya fue operada una, dos o tres veces, y cuyo resultado no fue del
agrado del paciente, quien normalmente está lleno de desconfianza y por lo tanto
necesita ser escuchado con atención para ver si sus objetivos pueden ser
alcanzados. La consulta, normalmente con un nuevo cirujano, debe ser muy
realista tanto con el paciente como para el mismo profesional para no llegar a
otro resultado indeseado. El Cirujano DEBE estar muy seguro de cumplir con las
expectativas de su paciente para que esa relación no se deteriore.
Una Nariz ya operada tendrá cicatrices internas, irrigación disminuída, fibrosis
y una anatomía diferente, por lo tanto el diagnostico debe ser muy preciso para
no seguir lesionando demás y muy completo para lograr el resultado deseado.
Existen unas reglas básicas antes de realizar una Rinoplastia Secundaria, ellas
son:
1) Aplazar la nueva cirugía por lo menos un año de su cirugía anterior, pues los
tejidos estarán mas laxos y no existirá edema residual.
2) Saber con exactitud que faltó en hacer o que sobró en hacer, por parte del
cirujano anterior.
3) Ver si las expectativas del paciente son reales y el propio cirujano debe
reconocer si es capaz de hacerlo.
4) Tratar de desarmar lo mal hecho y dejar armado lo bien hecho por parte del
cirujano anterior, para así lesionar menos.
5) Si sobró en hacer, tratar de usar injertos autógenos o sea del propio
paciente, para los rellenos.
En una Rinoplastia Secundaria la táctica normalmente usada es la Rinoplastia
Abierta, pues nos permite una mejor visión de las deformidades y por lo tanto
una mejor corrección de ellas. Es recomendable comenzar en deshacer lo que sobró
por hacer en la intervención anterior y así poder identificar la actual anatomía
de la nariz. Posteriormente comenzamos los arreglos, es preferible hacerlo de
arriba hacia abajo, o sea que comenzamos por el dorso y terminamos en la punta,
pues esto nos facilita la ejecución de las maniobras.
Sería mas complejo hacerlo al contrario, ya que tendríamos que pasar por encima
de la punta para mejorar el dorso. Si se va a injertar en el dorso, estos
injertos deben ser sostenido por suturas transcutáneas para evitar su
movilización durante el pos-operatorio. Ya una vez terminado el dorso miramos la
punta para así ejecutar lo planeado. No debemos olvidar en observar las paredes
laterales de la nariz, pues algunas veces ellas se modifican con el trabajo del
dorso y de la punta nasal.
Normalmente la Rinoplastia Secundaria es una cirugía laboriosa, ya que el
diagnóstico exacto sólo se sabe durante la intervención y por lo tanto en
algunas ocasiones hay que variar nuestro planeamiento.
En el posoperatorio es importante tanto la inmovilización como la ingesta de
antibióticos para proteger a los injertos de una posible infección y por ende
reabsorción. Hay que tener en cuenta que la resolución del edema es un poco más
demorado que en una Rinoplastia Primaria.
Una Rinoplastia Secundaria llevada a cabo con éxito, nos abre las puertas a
nuevos retos y los pacientes beneficiados de ellas serán nuestro máximo portavoz
para que otras personas crean en nuestra especialidad y se atrevan a mejorar.