La dismorfofobia es un trastorno psiquiátrico clasificado en el DSM4, en el cual el paciente observa una parte de su cuerpo y/o rostro alterado, que no se condicen con la realidad.
El paciente tiene una imagen distorsionada al mirarse.
En muchos casos el paciente no tiene conciencia de su enfermedad, o la reconoce pero la minimiza.
Algunos psiquiatras la consideran una variante de la psicosis parcial.
Estos pacientes suelen recurrir frecuentemente a distintas cirugías plásticas para tratar de cambiar ese aspecto que ellos observan alterado.
Algún pequeño defecto lo pueden magnificar de tal manera que lo consideran que ese es el motivo más importante de su problema existencial.
Estos pacientes siempre van en busca de alguna otra cirugia plástica para el mismo sector ya operado anteriormente (cirugías repetitivas) o de otras partes de su economía.
Tienen en común un goce exagerado en el post operatorio, muestran sus vendajes, se sacan fotos con los hematomas recientes producto de la cirugia, muestran sus cicatrices como trofeos quirúrgicos.
El paciente que padece esta enfermedad mental sufre mucho por este motivo, y considera que la solución a su problema son las cirugías plásticas o procedimientos de medicina estética, conociéndose casos de suicidios en la bibliografía especializada.
Todo paciente que solicita frecuentemente y/o se realiza cirugías plásticas en forma regular debe ser rigurosamente examinado, dado que están contraindicadas las cirugías en ellos.
Estos pacientes deben ser tratados por un equipo multidisciplinarlo en Salud Mental (psicólogos y psiquiatras), los tratamientos específicos pueden durar varios años o ser de por vida.
En los casos más severos son tratados con psicofármacos.
Es importante y de buena práctica medica por el bien del paciente contraindicar la cirugia en ellos.
Estos pacientes se caracterizan por querer operarse a toda costa a pesar de la contraindicación médica y buscan continuamente profesionales que accedan a su petición.
Los pacientes que padecen dismorfofobia es común encontrarlos recorriendo varios consultorios de cirujanos plásticos o centros de medicina estética.
Hay casos documentados de pacientes que padecen dismorfofobia que llegan a amenazar a los médicos cuando estos por su bien se niegan a operarlos.
Estudios mundiales dicen que pacientes que se realizaron más de 4 cirugías estéticas intempestiva o cirugías estéticas intercaladas con otros procedimientos estéticos no invasivos en menos de 3 años padecen de algún grado de dismorfofobia corporal.
El galeno que accede a operar a pacientes con esta patología psiquiatrita esta realizando una mala praxis medica.
Ante la minima duda de considerar a un paciente afectado por dismorfofobia esta indicado no realizar ningún procedimiento de cirugia plástica o de medicina estética.