LA CIRUGÍA DE REDUCCION MAMARIA Por Marcelo Bernstein Aunque la tendencia general indica que actualmente un gran porcentaje de mujeres se somete a cirugías de aumento mamario, existe otra cara del fenómeno: hablo del proceso de disminución quirúrgica del tamaño de las mamas para mejorar su forma y ubicación, también llamado mastoplastía reductora, que se realiza en casos de pechos grandes o muy grandes (gigantomastía). Generalmente el tamaño grande del busto va acompañado de la caída del mismo (ptosis), porque el importante peso produce el estiramiento de la piel, además de la aparición de las indeseables estrías. Repasemos las consecuencias que acarrean los pechos demasiado voluminosos: · Problemas de columna. · Dolor cervical. · Alteraciones de la postura (encorvada) y posición viciosa de la espalda y hombros. ·
· Lesiones en la piel a nivel del surco submamario (irritación, infecciones).
· Complejos y problemas psicológicos.
Al igual que la mastoplastía de aumento, la reducción mamaria se puede realizar a partir de terminado el período de desarrollo de la mujer.
¿Cómo es la operación?
La cirugía reductora del busto generalmente se realiza con anestesia general y necesita de un día de internación. No estamos ante una intervención dolorosa, y su post operatorio tampoco si la paciente recibe la administración de analgésicos adecuados.
Hay muchas técnicas quirúrgicas de disminución mamaria, el cirujano plástico experimentado elegirá la que mejor se adecue a cada caso.
Es necesario antes de la intervención que la paciente realice la rutina de exámenes prequirúrgicos, además de una mamografía y/o ecografía mamaria.
Las incisiones que se hacen en el proceso quirúrgico se transformarán luego en cicatrices. En general pueden situarse:
1) Alrededor de las areolas.
2) Alrededor de las areolas con una vertical que va desde el borde inferior de estas hasta el surco submamario.
3) Igual a la anterior, más una horizontal a nivel del surco submamario, (cicatriz en t invertida).
(ESQUEMA DE INCISIONES)
Vale aclarar que en pacientes de piel caucásica (blanca) la cicatrización es generalmente buena.
Ya en pleno procedimiento, se retira el excedente de tejido glándulo adiposo causante del problema. Es recomendable que tras la extracción se practique un estudio histoanatomopatológico del mismo. Al remanente de tejido se lo modela y reubica en la posición deseada.
Si el tamaño de la areola es grande o si es asimétrica con su par, se puede reducir y centrar en la misma cirugía.
La cirugía de reducción mamaria dura entre una y tres horas y media, dependiendo de la técnica elegida y del tamaño a tratar.
Posteriormente a la intervención, se pueden colocar drenajes para evitar hematomas que se retirarán a las 24 ó 48 horas.
Transcurridos cuatro o cinco días de la operación, la paciente puede comenzar con su vida cotidiana pero sin realizar esfuerzos físicos. El inicio de las actividades deportivas se recomienda pasado el mes de realizada la cirugía.
Los delicados puntos de sutura se retiran entre los siete y catorce días posteriores a la operación. Además se indica por un mes o más el uso de un corpiño cómodo, del tipo deportivo, que ayuda a readaptar los tejidos a la nueva posición y forma.
Si la mamoplastía reductora produjo pérdida de sensibilidad a nivel del pezón, la paciente no debe alarmarse pues con el tiempo la zona se recupera.
Actualmente, existen técnicas que permiten la lactancia posterior a la reducción, de modo tal que las pacientes que tras la cirugía deseen tener hijos y amamantarlos pueden considerar esta opción.
Finalmente, a medida que mejora la inflamación post operatoria, los tejidos se readaptan y los pechos toman la forma deseada. La cirugía de reducción mamaria brinda mucha felicidad a las pacientes al mejorar su estética y eliminar la sintomatología que el problema les ocasionaba.