Reportaje realizado al Dr Marcelo Bernstein, por el informativo minutounocom

Reportaje realizado al Dr Marcelo Bernstein, por el informativo minutounocom

 El médico, que está acusado, les aplicó erróneamente una dosis letal.
Un cirujano argentino explica las precauciones que hay que tomar.


La Asociación Médica Estadounidense publicó un estudio que advierte sobre cuatro casos fatales de pacientes que recibieron aplicaciones de Bótox en dosis que sobrepasaron el nivel aconsejado para uso estético.

Bótox es el nombre comercial de la toxina botulinum A. Las víctimas que menciona el informe, recibieron una derivación de esta toxina en una preparación altamente concentrada que estaba destinada a investigaciones de laboratorio pero no así autorizada para aplicarse en seres humanos.

Según información de BBC Mundo, la inyección letal que recibieron las víctimas les provocó síntomas de debilidad progresiva y anormalidades en los nervios que controlan funciones como el movimiento de los músculos faciales y la inflamación.

Consultado por , Marcelo Bernstein titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, resaltó los cuidados necesarios para evitar complicaciones mayores: "Como primer paso es fundamental escoger un profesional médico idóneo, preferentemente cirujano plástico, ya que hay algunos cosmetólogos que ofrecen el servicio pero con dudosas garantías".



Si bien no depende del paciente, el momento de aplicación es clave en los resultados. "Si se coloca en una altura de las cejas incorrecta produce parálisis y caída del párpado", advirtió el especialista que realiza 25 intervenciones de este tipo al mes.

Para los expertos de la asociación médica estadounidense, mucha gente en el mundo está en riesgo porque no hay regulaciones más estrictas sobre quién puede suministrar el bótox, peligro que desencadena negligencias. "Muchas veces no se hacen estudios previos para controlar si el paciente no tiene alguna enfermedad de base o problemas que afecten su musculatura", agrega Bernstein.


Por su parte, el médico acusado por las muertes asumió su responsabilidad, por haber colocado erróneamente las etiquetas en los frascos, y fue condenado a tres años de prisión.

La finalidad estética de este tratamiento no quirúrgico apunta a bloquear las transmisiones nerviosas y reducir temporalmente las contracciones de los músculos faciales que ocasionan las arrugas. "Pero teniendo en cuenta que la toxina paralizan temporalmente hay que ser muy preciso y la aplicación debe ser específica para evitar secuelas", advirtió Bernstein, que dice desconocer casos letales en nuestro país.


Si la acción médica no falla, los resultados quedan en manos del paciente: "No se pueden acostar dentro de las 6 horas, tienen que evitar contactos con la zona aplicada y hacer ejercicios para favorecer la absorción del producto".

Son muchos los puntos a sortear, pero de ellos dependen los beneficios. Y la diferencia entre quedar estirado o tirado.

Miércoles 22 de Noviembre de 2006 19:04

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