Mirando fotos del millonario Ricardo Fort me di cuenta que su cara va perdiendo expresividad  y naturalidad, busque fotos de sus años de juventud y encontré algunas con el mediático Silvio Suller, y esto lo pude confirmar.

Su prominente y exagerado mentón, sus grandes pómulos con artificiales hoyuelos, su diminuta nariz, botox ® en la frente para elevar la cola de las cejas, labios inyectados con características femeninas, variables peinados androginos, etc.

Su cara me parece una caricatura muy grotesca en permanente transformación, no una bella cara humana.

Esto me llevo a preguntar al prestigioso cirujano plástico Dr. Marcelo Bernstein.

1)      Si es común que los pacientes pidan estos cambios aberrantes?

2)      Cual es el límite entre la normalidad y lo bizarro?

3)      Que cirujano plástico puede hacer transformaciones?

Sus respuestas fueron:

1)      En mi práctica personal, me han llegado pocos pacientes que piden cambios aberrantes, pero esta en mi criterio el no realizarlos.

2)      El límite cuando no existe, lo debe establecer el propio cirujano plástico en base a la armonía y el equilibrio estético, no permitir que se rían de su paciente operado, no permitir que lo ridiculicen.

3)      El cirujano plástico que realiza transformaciones o mejor dicho deformaciones, no maneja parámetros de la belleza ni de la estética, el resultado de una cirugia plástica estética debe ser siempre natural, si se nota que esta operado es porque esta mal operado.

Considero por mi parte que sus respuestas fueron correctas y me tranquilizaron, gracias a Di-s no todos los cirujanos plásticos  piensan y actúan de igual forma.