Una de las primeras cirugías plásticas estéticas reconstructivas de la historia de la especialidad, consistió en rellenar una teta femenina con un lipoma (formación benigna de grasa) de otro sector del cuerpo de la paciente.
De este acontecimiento pasaron más de setenta años, en base a la experiencia lograda esto hoy no se realizaría, queda en el anecdotario médico.
Con la aparición de la liposucción, al poco tiempo aparecieron los primeros profesionales que reinyectaron este tejido graso en zonas donde el mismo era deficiente, el sector mamario no fue la excepción.
El tejido graso transferido debe ser siempre de la misma paciente para evitar incompatibilidad y rechazo.
Los problemas de esta lipotransferencia fueron dos (2) principalmente, el primero que la grasa con el correr de los meses se reabsorbía y el otro más importante era que en el sector de lipotransferencia (rellenado) al poco tiempo aparecían en algunos casos calcificaciones que se confundían con el aspecto espiculado estrellado que presentan algunos canceres de mamas.
Difícil de discernir si era por esta causa o por la presencia de un cáncer en ese seno.
Es por estos motivos que el método de transferencia de tejido graso (lipotransferencia) a este sector mamario fue proscripto.
Fuente:Dr. Marcelo Bernstein, cirujano plástico estético, www.nuevabelleza.com.ar