RINOPLASTIA
La cirugía estética de la nariz técnicamente conocida como RINOPLASTIA tiene
como finalidad: 1) Mejorar las proporciones de ella en cada una de sus partes.
2) Mejorar su balance con respecto al perfil facial del individuo. 3)
Conservación de una buena función respiratoria. 4) Conseguir un rostro más
armonioso que le brinde bienestar y felicidad al paciente.
Los mejores candidatos para ésta cirugía son personas con sus estructuras
nasales maduras (mayores de 16 años), con buen equilibrio emocional y que sean
conscientes de sus defectos y realistas con las expectativas del resultado. Los
defectos más comunes encontrados para que una persona se someta a una
RINOPLASTIA son:
Nariz con Giba, Nariz Larga, Nariz Corta, Nariz de Punta Caída, Nariz de Punta
Bulbosa, Nariz de Punta ultra proyectada, Nariz desviada, Nariz baja y
finalmente la reoperaciones. Una gran parte de todas las Rinoplastias se asocian
con otros procedimientos para realzar el perfil facial y por ende el resultado,
entre ellas tenemos la Mentoplastia y los implantes malares.
Para cualquier cirugía estética es importante una Historia clínica completa y
sobretodo en la Rinoplastia, donde además de los defectos estéticos también se
debe examinar la función respiratoria. Un factor esencial es comprobar la
calidad del revestimiento cutáneo, pues una piel gruesa es una limitante para la
obtención de un buen resultado. El archivo fotográfico es un requisito
indispensable para el estudio tanto prequirúrgico como postquirúrgico, pues
permitirá una mejor observación y visualización antes del procedimiento y
servirá para comparar después de la cirugía... Es un procedimiento de bajísimo
riesgo de complicaciones inmediatas, las más comunes durante ese período son:
Epistaxis, infección y la isquemia de los tejidos. Pero en cambio el riesgo de
complicaciones a largo plazo puede ser muy frecuente si no ha sido bien
diagnosticada y ejecutada. Entre ellas tenemos: Las que dejan secuelas
funcionales y las que dejan secuelas estéticas.
En el siguiente cuadro, puede hacer clic en los números para ver 12 casos
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Básicamente el manejo de una RINOPLASTIA se puede hacer de tres maneras:
1) Rinoplastia de aumento
2) Rinoplastia de reducción
3) Rinoplastia Mixta.
La primera consiste en aumentar cada una de las estructuras de la nariz y
generalmente es para narices negroides o bajas. El material empleado para esa
finalidad son generalmente tejidos autólogos, entre ellos tenemos los
cartilaginosos y los óseos. Los materiales sintéticos como la silicona sólida de
textura blanda, sólo se recomienda para los aumentos de estructura ósea. La
segunda consiste en reducir sus estructuras y se aconseja para narices altas. La
tercera es la más común y consiste en aumentar y reducir al mismo tiempo sus
estructuras para lograr un balance acorde al perfil facial del paciente. En
relación a la vía de abordaje pueden clasificarse en: 1) Rinoplastia Cerrada
(cuando las incisiones se hacen por dentro de las ventanas nasales) y 2)
Rinoplastia Abierta (cuando es necesario hacer incisiones externas).
Antes de realizar el procedimiento se ordenan los exámenes de laboratorio
básicos: Hemograma completo, glicemia y pruebas de función renal; en personas
mayores de 40 años se complementa con Valoración Cardiológica y
electrocardiograma. La Rinoplastia se puede llevar a cabo con anestesia general
o anestesia local dependiendo de la preferencia del paciente y del cirujano, y
tiene una duración aproximada de 2 horas. Terminado el procedimiento y para
controlar el edema se estabiliza la nariz con cinta microporosa y un delgado
yeso. Los tapones nasales en caso de colocarse pueden ser retirados a las tres
horas (en caso de que el tabique no haya sido operado) y el yeso se podrá
mantener por 10 días aproximadamente. En el transcurso del post-operatorio se
puede esperar una equimosis peri ocular que puede ser mínima a moderada. El
resultado final se hará definitivo entre el tercero y sexto mes.
Por último el concepto actual de una RINOPLASTIA ESTÉTICA es modificar solamente
aquellas estructuras nasales que producen deformidad o pérdida de la armonía
entre sus diferentes segmentos o entre la nariz y la cara, asegurándonos al
mismo tiempo mantener su naturalidad.
ADOLFO ROSALES MALDONADO, MD
Cirujano Plástico
Fuente:
www.susmedicos.com