Implantes mamarios:
La importancia de las prótesis en el aumento mamario
DR. HUGO CORTÉS OCHOA
Cirujano Plástico
Miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica
Los implantes mamarios se vienen utilizando desde el inicio de los años 60. En
1963, Cronin y Gerow presentaron un nuevo modelo de prótesis que consistía en
una bolsa cuyas paredes eran una fina lámina de silicona sólida y en su interior
albergaba cantidades variables de silicona en la forma gelatinosa. Con esto
evitaban los graves problemas de la silicona líquida y a su vez, conseguían
reproducir prácticamente la forma, volumen y consistencia del seno normal. Este
modelo con sus modificaciones continúa siendo el más utilizado hoy día. Desde
esa época, más de cinco millones de personas decidieron hacerse implantes de
silicona.
En el ramo médico la silicona se utiliza en una variedad de productos: sondas,
catéteres, punteras para aguja de perforación y marcapasos. En el campo de las
cirugías de tejido fino, los implantes se utilizan en correcciones del contorno
corporal. El primer proceso productivo de polímeros de silicona fue patentado en
1958.
La silicona, o el dimetilpolisolixano, en la terminología de los químicos, se
produce como elastómero de silicona, gel de silicona o aceite de silicona. En
las siliconas, el oxígeno y el sílice se ligan de la misma manera que las
piedras y el vidrio. Además de ello, los grupos metílicos se unen a los átomos
de sílice. Con excepción del sílice amorfo como material estabilizador y de
relleno, la silicona no contienen ningún otro aditivo y, especialmente, ningún
agente suavizante.
El aumento de las mamas es una de las operaciones más realizadas en cirugía
plástica y por esto los implantes mamarios siempre son objeto de mejoras. La
mamoplastia de aumento es también una de las operaciones que más polémica ha
suscitado a su alrededor por las futuras consecuencias que pudieran derivarse de
las prótesis implantadas.
La cooperación entre pacientes, médicos y fabricantes permitieron adaptaciones
constantes hasta llegar al conocimiento científico y tecnológico que poseemos en
la actualidad.
Fruto de esta investigación constante, una nueva generación de prótesis ha
aparecido en el mercado, elaboradas con gel cohesivo, que además de garantizar
la seguridad de la paciente en caso de ruptura de la cápsula, ofrecen mejores
resultados que las utilizadas hasta este momento en el aumento de pecho. El gel
que incorporan las nuevas prótesis mamarias ha sido tratado para garantizar la
máxima seguridad en caso de rotura. En realidad, las prótesis de gel cohesivo no
difieren demasiado de las ya existentes en el mercado que se caracterizan por
estar fabricadas a partir de siliconas, pero, a diferencia de éstas, el gel que
contienen en su interior ha sido tratado de tal modo que presenta nuevas
cualidades físicas. Entre ellas, una consistencia que evita el paso del gel al
organismo en el improbable caso de que se rompiera la cápsula interna. Con el
gel cohesivo se inaugura una nueva etapa en las intervenciones de aumento de
senos.
Todo implante consta de un envoltorio y un relleno, el envoltorio sirve para
contener y evitar la fuga del elemento a rellenar. En el caso de los inflables,
existe un tercer elemento que es la válvula de llenado. El envoltorio es una
capa multi-laminar conformada por sub-capas de baja permeabilidad de un
elastómero - silicona de grado médico con excepcionales características físicas
y de biocompatibilidad - con suficiente resistencia a la tensión para garantizar
su maniobrabilidad al colocarlo y por otro lado garantizar una sensación de
naturalidad en el paciente. El contenido en las rellenas de silicona es un Gel
de cohesividad suficiente - alta cohesividad - para garantizar que no migre en
caso de ruptura del envoltorio.
Debido a una reacción natural del cuerpo humano, se forma una cápsula alrededor
de los cuerpos extraños, incluso de los implantes.
Esa cápsula puede tornarse dura y contraer al implante. La contractura puede
deformar el implante, alterando la forma de la mama. Denominamos a dicha
complicación contractura capsular.
El índice de ocurrencia de contractura capsular está relacionado, entre otros, a
la superficie de los implantes.
Los primeros implantes que se fabricaron tenían la superficie lisa. A partir de
mediados de los años setenta surgieron los implantes revestidos de espuma de
poliuretano.
Y, finalmente, en la década del 80 surgieron los implantes texturizados en una
tentativa de imitar el efecto rugoso de la espuma de poliuretano.
Independientemente de las modernas técnicas utilizadas, el uso de implantes de
poliuretano mostró índices impresionantemente bajos de contractura capsular,
variando de 0 a 4%. Los implantes texturizados presentan una menor incidencia de
contractura que los implantes lisos. La incidencia de contractura capsular en la
práctica clínica, ha disminuido aproximadamente de 20% a menos de 2% en las
mamoplastias de aumento en los últimos 15 años. Un plan preoperatorio que consta
de: colocación submuscular, implante texturizado, antibióticos profilácticos,
filtro para infecciones, prevención de hematoma, no consumo de cigarrillos y un
plan post-operatorio que consta de: prevención de hematoma temprano,
movilización del implante, prevención de infecciones y agentes terapéuticos,
pueden disminuir la frecuencia de contractura capsular (Becker, 1999).
Hace unos años apareció en el mercado un nuevo material: el aceite de soja,
material de relleno de las prótesis Trilucent, un compuesto inestable que con el
tiempo forma ciertos productos de degradación. En el año 1999, las prótesis
Trilucent fueron retiradas del mercado tras detectarse complicaciones,
fundamentalmente hinchazón, inflamación y malestar, relacionadas con las mismas.
En la memoria popular todavía está presente la alarma que se generó hace tan
sólo una década a partir de unas informaciones que advertían sobre la posible
peligrosidad de los implantes de silicona. Un estudio realizado por la American
Society for Aesthetic Plastic Surgery -Asaps- en 2003 entre más de 5.000 mujeres
el cual encontró que 87 por ciento no requirieron de una cirugía adicional. El
trabajo estableció que el 13 por ciento que sí la necesitaron fue porque las
mujeres querían cambiar de implante o de talla o mejorar la posición de los
senos.
Los estudios científicos realizados en los últimos cinco años no han encontrado
relación entre las prótesis mamarias y el cáncer de seno o las enfermedades
autoinmunes. Un trabajo publicado en 2001 y realizado entre 13.500 mujeres con
implantes mostró que no había aumento de cáncer de mama, ni aumento de
mortalidad, ni detección tardía, a causa de ellos. En 2004 apareció otro en la
revista Breast Cancer Research, en el cual se reportó que las mujeres con
implantes de gel de silicona tenían similares, si no inferiores, complicaciones
y fallecimientos que las reconstruidas con otro tipo de implantes.
En 2003 un panel de expertos se reunió y votó a favor de la aprobación
nuevamente de los implantes de silicona en Estados Unidos. Pero la FDA prefirió
esperar y recolectar más datos sobre su seguridad. A mediados de abril del 2005
se llevó a cabo una nueva reunión de un panel de expertos para estudiar la
información científica de seguridad de los implantes de gel de silicona. El
panel votó a favor de uno de los fabricantes (Mentor), gracias a que el producto
de esta compañía tiene menos tasa de ruptura.
La controversia existente con los implantes de silicona parece que ha quedado
decidida a raíz de los resultados del metaanálisis publicado este año en The New
England Journal of Medicine que indica que no aumentan las enfermedades del
colágeno. En el estudio se afirma que, desde una perspectiva de salud pública,
los implantes constituyen una práctica absolutamente segura y que la eliminación
de estos implantes no reduciría la incidencia de este tipo de enfermedades.
La primera pregunta que usted debe formularse es por qué quiere someterse a un
aumento de senos. Si su respuesta está relacionada con satisfacer a su
compañero, o para conseguir un trabajo mejor, o para agradar a los demás, usted
está tomando la dirección equivocada. Usted debe someterse a un aumento de senos
porque usted lo quiere para usted, para su propia imagen, para mejorar la manera
que usted luce y se ve a sí misma.
Fuente:
www.susmedicos.com